miércoles, 18 de noviembre de 2009

El casino de la Arrabassada




No mucha gente sabe que en 1911 se inauguró un gran casino en la carretera de la Arrabassada, que va de Barcelona a Sant Cugat, en la sierra de Collserola. No sólo se trataba de un casino, sino de un complejo que incluía hotel, restaurante, y un gran parque de atracciones con una montaña rusa de más dos kilómetros. Famoso en la Barcelona de su época, y frecuentado por la alta sociedad, el "Gran Casino de La Rabassada" sólo duró un año abierto, según la versión oficial, por un cambio legislativo que prohibió el juego. Aunque el centro continuó abierto como hotel y restaurante hasta la Guerra Civil, el casino de juegos quedó cerrado para siempre.



Pero hay otras versiones de los hechos. De un lado, los rumores que en la época, y aún hoy, indican que se ejerció la prostitución en el Casino, donde se ofrecía a sus clientes millonarios todas las emociones fuertes que podían desear, incluyendo las formas más siniestras e ilícitas de placer sexual. Esto nunca fue demostrado, así que no podemos entrar a valorarlo. Pero lo que sí es cierto es que existía una sala donde los que habían perdido toda su fortuna jugando en el casino podían suicidarse discretamente.



Esta sala estaba completamente azulejada para que fuera fácil limpiar la sangre después del suicidio (generalmente con una pistola que el personal del Casino ofrecía a los arruinados) y no tenía ventanas. Enclavada en los sótanos del edificio para que nadie pudiera oír lo que sucedía ahí, la sala quedó olvidada después del cierre del casino. Sólo algunas personas la recordaban, conscientes de que aquel podía ser el lugar perfecto para un crimen impune.



Con el paso de los años, las distintas piezas del complejo fueron desmontadas y trasladadas a diferentes lugares, pero las bases de los edificios quedaron donde todavía hoy permanecen, enterradas bajo la maleza. No recomiendo visitar este lugar: es fácil que parte de estas ruinas se venga abajo mientras caminas sobre ellas. Pero en algún lugar, detrás de uno de esos muros o bajo uno de los suelos de vegetación que esconden los techos de un sótano, está la sala de los suicidas, tal vez ocultando un secreto póstumo.


lunes, 9 de noviembre de 2009

La bestia del subsuelo

Periódicamente se reciben, en diferentes partes del mundo, noticias sobre animales no identificados en el subsuelo de la ciudad. Se ha hablado mucho de los cocodrilos que viven en las alcantarillas de Nueva York, que provendrían de crías que algunas personas adoptan como mascotas y que, aterrorizadas, tiran por el retrete cuando son demasiado grandes. Muchos son los relatos que cuentan las personas que por su trabajo tienen que adentrarse en las alcantarillas o en los túneles que agujerean el subsuelo de nuestras ciudades. Pero hasta hoy no había una prueba grabada en video de la existencia de algo viviendo bajo nuestros pies.
Este video fue grabado con un teléfono móvil por una persona que no quiere ser identificada, pero que trabaja internándose por las entrañas de la ciudad. Es una persona acostumbrada a la soledad, la oscuridad y la humedad que hay bajo tierra, y que no se asusta fácilmente por los mil sonidos que se pueden escuchar en las alcantarillas, ni por las ratas de considerable tamaño que se encuentra a diario. Pero esto es distinto. Aquí tuvo que reconocer que pasó miedo y salió corriendo después de grabar este video.
La respuesta a qué era lo que aguardaba acechando en el túnel no la tiene nadie. Sólo sabemos que aquel día, en aquel momento, había algo en aquel túnel.